
Alexander Cabezas Mora
Introducción:
La Educación
Sexual no se puede observar solamente en su función genital biológica y
reproductiva, esto sería ignorar la integridad del ser humano en lo que concierne en su área social,
emocional, psicológico y espiritual. Sin embargo, han sido los malos paradigmas
los encargados de transmitir una perspectiva reduccionista y distorsionada de
la sexualidad, lo que acrecienta las brechas que existen para una sana
formación ética y moral en este campo. Las
consecuencias de estos sesgos se evidencian cuando no se logran puntos de
equilibrio ni acuerdos que permiten construir estrategias para enseñar sobre
sexualidad de manera equilibrada, profesional y responsable, en los diversos
espacios que participamos dentro de la sociedad. Claro ejemplo de esto, es la discordia que estamos
viviendo en Costa Rica, con la pugna sobre la aplicación de una propuesta por
parte de instancias del MEP, en contra de algunas voces que se levantan
objetando o defendiendo dichas posturas.
I. Orientación
sociológica y teológica
Debemos reconocer
que muchos de los conceptos populares que manejamos son arrastres
generacionales y no siempre reflejan una integridad en el campo de la sexualidad.
Pese al cambio de los tiempos, seguimos encontrando una seria resistencia y
falta de comprensión del tema, tanto así que hablar de educación sexual, es
visto como tabú, más aún en las iglesias.
Los jóvenes ante
el silencio de los padres y frente a sus demandas y necesidades, se forman o
deforman, con el aporte que reciben de sus pares, tales como la televisión, la
Internet y otros medios de comunicación que en ocasiones estereotipan las
relaciones a una transacción comercial desvinculadas del amor, el respeto y el
compromiso.
Cada vez más ellos
y ellas están iniciando sus vidas sexuales a edades más tempranas, sin importar
su convicciones sociales y religiosa. Otros
adolescentes ante la falta de insumos para el manejo de su sexualidad o ante la
presión de grupo, terminan experimentando sexualmente sin una buena información
o preparación. Los resultados de esta
precocidad concluyen en ocasiones en embarazo
no deseado, infecciones de transmisión sexual, matrimonios prematuros y un
pésimo enfoque de las relaciones interpersonales y los vínculos afectivos. Por
ello es que la educación sexual debería iniciar en el hogar, a temprana edad,
con métodos adecuados según su etapa de su desarrollo.
No se trata de
imponer, sino de guiar, al final cada joven conforme se desarrolla, tomará sus
propias decisiones, y se espera que estas contengan los principios y valores
transmitidos en sus contextos. Todo esto
porque la adolescencia es un periodo sujeto a cambios de diferente orden,
hormonales, psicológicos y sociales, entre otros y requieren acompañamiento
para ser escuchados y comprendidos, no enjuiciados o condenados.
Ante ello es
necesario considerar los diferentes contextos que podemos hacer uso:
El contexto familiar, es
el ambiente idóneo educativo y formativo
por excelencia. Es el primer lugar que
moldea la vida de la persona menor de edad en lo afectivo, emocional, moral,
sexual y espiritual. La realidad es que
muchas familias desintegradas y ante la ausencia de modelos masculinos, los
hogares son liderados por las mujeres quienes no priorizan el tema de la
sexualidad porque existen otras urgencias “más importantes”, como la
supervivencia y pensar como proveer para su hogar. En otros casos, pese a cohabitar ambos
progenitores, no hay canales de comunicación, o estos son débiles, hay temor y
desconocimiento, lo que lleva a que los hijos e hijas busquen evacuar sus dudas
en la calle u otros espacios no aptos, como ya se mencionó.

El contexto de la Iglesia,
la Iglesia cumple su función cuando logra encarnarse en las fibras de la
sociedad y se vuelve pertinente cuando con sabiduría une esfuerzos con otras
estructuras sociales para buscar la transformación necesaria de la niñez y
juventud. Pero la Iglesia sigue
guardando silencio, quizás porque continúa con un enfoque platónico. El ser
humano es visto como dos entidades irreconciliables, separadas de lo espiritual
y lo físico. Tal vez por eso la Iglesia
le ha costado entrar en el dialogo de la educación sexual y su propuesta se ha
suscrito al a la formación de valores
bíblicos en varios casos.
Por último, una
propuesta es estratégica cuando integra las voces de los y las jóvenes, cuando abre el dialogo y parte desde el contexto
particular de sus necesidades. Ellos y
ellas son los forjadores de su propia historia y nuestra labor es fomentar el
acompañamiento, mostrar modelos, enmarcados en el respeto, la dignidad, la
tolerancia, el amor propio, el amor al prójimo y por supuesto, la reconciliación con
Dios y la creación, aunque aquí estaríamos hablando de propuestas que cubren un
verdadero enfoque integral, según nuestra cosmovisión cristiana.
II.
Algunas reflexiones entorno a la propuesta: “Educación para la
Afectividad y la Sexualidad Integral” del MEP
Antecedentes:
No es la primera
vez que el MEP encuentra oposición para implementar guías de carácter formativo
sexual y reproductivo. El Gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier en los 90,
declinó ante las presiones de grupos
"católicos". (Oscar Lobo).
Por parte de la
iglesia evangélica hay división. Las iglesias que integran la Federación
Alianza Evangélica (FAEC), se manifestó en contra, argumenta que son: “Unas
perversas guías sexuales”, “aberrante
propuesta del Ministerio de Educación”. (Comunicado de Prensa http://www.alianzaevangelica.org/prensa.html)
El CLAI y otros
centros e iglesias, manifiestan su apoyo, cuyo fin es “promover la
alfabetización y educación de la población y aseguran ser parte del 93% de los
costarricenses que creen en la importancia de la educación para evitar las
infecciones sexuales, los embarazos no deseados y defender las libertades
públicas” (http://www.radioreloj.co.cr/noticia/grupos-evangelicos-muestran-su-apoyo-guias-de-educacion-sexual-del-mep).
Declaración actual:
“La Sala
Constitucional resolvió que los padres de familia son los encargados de decidir
si sus hijos asistirán o no a las clases de educación para la Afectividad y
Sexualidad, que el MEP implementará el próximo año 2013”.
Dicha
resolución, nuevamente creará un gran vació porque si en algunos hogares no se
habla del tema y ahora algunos padres decidirán que sus hijos e hijas no
participen, ¿dónde recibirán los adolescentes y jóvenes su formación sexual?
a)
Acerca de la propuesta:
La propuesta está basada en tres
principios epistemológicos:
- Tomar en
cuenta el contexto de los jóvenes. Se refiere a la necesidad de partir
del respeto a los valores y las creencias de las comunidades, con el fin
de que la educación sea un proceso de vida en todo momento.
- Considerar la
educación como parte del proceso de la constitución de los sujetos. Se parte de que existe un
conocimiento o una formación que muchas veces está deformada, por ello se busca proponer para fortalecer el
criterio y por ende acompañarlos
para que tomen las decisiones correctas.
- Considerar la
educación como un diálogo. Se considera que educar es diálogo, elemento esencial para poder
promover la madurez y plenitud de la sexualidad.
Además, el material propone que
la educación sexual es un proceso que busca informar-formar para generar
cambios en cuanto a la toma de
decisiones de manera asertiva, dentro de un marco de respeto, valoración,
dignidad, entre otros, con el fin de participar en la construcción de su
identidad y la sexualidad.
b) Algunas observaciones:
- El programa contiene aspectos relevantes
que enseñan a abordar temáticas que han estado impregnadas de prejuicios
de todo tipo y provenientes de posturas muy variadas (Jesús Rosales,
Cibefam).
- La guía que en realidad no es guía, es
una lista de temas con una propuesta metodológica, fue diseñada
reconociendo el gran vacío existente en materia de formación sexual,
reproductiva y afectiva en los hogares (ver estadísticas), y ante la
demanda de los adolescentes y jóvenes, su intención es la aplicación en el
campo educativo.
- El material rescata la importancia de
contrarrestar los estereotipos patriarcales que se han legitimado.
- Promueve los derechos de personas
con diferentes opciones sexuales.
- No podemos esperar que la propuesta
manifieste una posición que integre y armonice todas las creencias y
valores, por ello es probable que encontremos elementos que no
necesariamente conjuguen con otras percepciones. Por ejemplo, el manejo de
la “espiritualidad”, “la castidad”, “diversidad sexual”.
- Algunos objetan que la propuesta tiene
matiz hedonista, ya que hace una fuerte referencia al placer y al deleite.
Pero no se limita al placer sexual, presenta otras manifestaciones tales
como la música, el deporte, el arte, el descanso, la alimentación. Ante
ello, el placer es inherente del ser humano y tiene su lugar en las
relaciones socio-afectivas, y no se limita solamente a la procreación.
- El matrimonio como institución idónea
para el pleno desarrollo de una vida sexual y reproductiva, no aparece
contemplada en la propuesta del MEP (solo hay dos menciones a manera de
ilustrar el ambiente donde se produce la violencia).
Conclusión
Ante
el silencio histórico de la iglesia, ahora no es cuestión de satanizar el
proyecto con acciones mediáticas, se trata de proponer agendas que permitan un
abordaje integral o, en otro casos, realizar un verdadero frente común crear
alianzas, trabajar en unidad y exigir cambios que integren nuestras
recomendaciones de aquellos elementos que requieren un mayor análisis para el
beneficio de los adolescentes y jóvenes, tanto en el presente como para el
futuro, si hemos de fomentar valores para sus vidas.
“Ante todo Examinadlo todo; retened lo bueno” (2 Tes.5:21).
Algunas estadísticas
• Siete
de cada diez embarazadas en América Latina son de adolescentes de 15 a 19 años de edad
(UNICEF).
• Latinoamérica
es la única región del mundo que ha registrado un aumento continuado de
embarazos de adolescentes desde 1980. Es
la única región del mundo en la que, en los últimos treinta años, ha aumentado
la tasa de maternidad adolescente, por encima de la región africana"
(Organización Iberoamericana de Juventud y la ONU).
• Se
señala que “la edad promedio de la primera relación sexual en Costa Rica
en los hombres es a los 15 años y en
mujeres a los 16 años” (CIBEFAM). Aproximadamente un 25% de la población
femenina en Costa Rica inicia su vida sexual entre los 13 y 17 años de edad.
• En
Costa Rica, aproximadamente un 9% de los nacimientos corresponde a mujeres
entre 17 y 18 años (INAMU).
• De
una encuesta de 270 madres adolescentes, se determinó que el 50 % no conocía
las implicaciones de las relaciones sexuales.
El 43% no tenía conocimiento sobre la Menstruación. El 42% no sabía como
nacen los niños y el 68% dijo no tener a quién recurrir para buscar información
para aspectos relacionados con la sexualidad. (Fundación Promoción Capacitación
y Acción).
Intr
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