Víctor Rey: “Al discutir la misión de la iglesia, primero hay que clarificar de qué iglesia estamos hablando.” Entrevista realizada por Manuel López/Edimburgo 2010________________________
El pastor bautista chileno Víctor Rey es presidente de la Fraternidad Teológica Latinoamericana, coordinador de Compromiso Cristiano de Visión Mundial en Chile y profesor de Filosofía. A su labor pastoral, teológica, docente y de comunicador une la de dinamizador e impulsor de diversas iniciativas de reflexión, encuentro y diálogo en puestos clave de organizaciones cristianas latinoamericanas.
La entrevista tuvo lugar en los jardines del complejo residencial y de conferencias de la Universidad de Edimburgo, escenario del encuentro internacional que entre el 2 y el 6 de junio conmemoró el centenario de la histórica Conferencia Misionera Mundial de 1910.
Aquel evento marcó el comienzo del ecumenismo desde el compromiso y la visión de la misión cristiana. Cien años más tarde unos 300 delegados y 100 participantes adicionales proceden de más de 60 países buscaron juntos nuevas perspectivas para la misión cristiana en el siglo XXI.
-¿Qué impresión le merece el desarrollo de la Conferencia Edimburgo 2010?
-En primer lugar, nos sentimos muy honrados de que nos hayan invitado a tres miembros de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (FTL). El contenido de las sesiones y talleres ha sido tremendamente ecuménico. Tenemos aquí una gran diversidad de denominaciones y corrientes cristianas. Hay carismáticos y pentecostales. También católicos, que no estuvieron en 1910.
-¿Está bien representada América Latina?
-La representación de Latinoamérica, si no tan amplia en número, sí es buena en calidad: está representado el Consejo Latinoamericano de Iglesias, la FTL, el movimiento estudiantil…
-¿Qué conclusiones ha sacado usted de los talleres?
-Las discusiones en los talleres han sido muy buenas. Los problemas que se discuten a nivel global, son los mismos que se dan en Latinoamérica. Y es que hoy en día la misión de la iglesia es una misión global. En Latinoamérica tenemos la misma situación, los mismos desafíos: la justicia, la emigración, la unidad, la transformación, la comunión, el lenguaje, la comunicación.
-Pero a un consenso no se llega de buenas a primeras; antes hay que “negociar”…
-Los grupos discutieron cuál es el rol que la iglesia debe jugar en este tiempo, cuál es la misión en la nueva situación. Pero primero tuvimos que clarificar entre nosotros de qué iglesia estamos hablando, pues no es lo mismo la iglesia para un carismático que para un católico.
-¿Cómo está de salud la FTL?
-Bueno, la Fraternidad ya tiene 40 años, por lo que ya ha superado las crisis de la adolescencia y la juventud. Ahora ya es adulta. Puede decirse que ya lleva pantalones largos. Actualmente se extiende por toda Latinoamérica y el Caribe. También tenemos miembros en Estados Unidos, Canadá y España.
-La influencia de la Fraternidad está fuera de toda duda, pero sigue siendo una entidad un tanto contra corriente, ¿no es cierto?
-La influencia de la FTL se ejerce a través de sus miembros, que no son instituciones sino personas: pastores y teólogos al lado de profesionales destacados en sus ocupaciones, lo que llamamos gente ilustrada. Se entra presentando una ponencia, lo que ha mantenido un nivel alto de reflexión teológica, especialmente sobre la misión integral de la iglesia.
-Ahí son ustedes pioneros.
-Frente a quienes pensaban que la misión es solamente proclamación del Evangelio, la Fraternidad hizo hincapié desde su nacimiento en la misión integral de la iglesia, esto es, la proclamación acompañada de la responsabilidad social, la incidencia en las culturas, el ámbito político… Impulsó el diálogo ecuménico, favoreciendo el encuentro de los evangélicos. Ha promovido a la vez la unidad y el énfasis en las misiones. Ha desarrollado una importante actividad editorial y organizado consultas en varios países.
-¿Cuáles fueron los principales obstáculos que tuvieron que vencer?
-El primero fue superar la idea imperante en la época en que nació la Fraternidad de que la reflexión teológica era algo peligroso, de tipo político. Las reticencias procedían de la herencia evangélica conservadora de las misiones del norte, que ya lo traían todo hecho. Pero la Fraternidad nació para ser un organismo de influencia. Fuimos uno de los promotores del Pacto de Lausana en 1974. Samuel Escobar, quien era presidente de la FTL, formó parte del Comité de Redacción, representando a América Latina. René Padilla fue uno de los ponentes principales con su exposición sobre “El Evangelio y el Mundo”.
-Es necesario un puente teológico entre Latinoamérica y España?
-Sí, hace falta un diálogo horizontal, ya no vertical, pues las iglesias latinoamericanas ya tienen pantalones largos. En cierto modo, es la misma misión de hace quinientos años, pero revertida, sin lenguaje de cruzada. Como bien sabe, Latinoamérica envía misioneros a España.
-Pero no pocos sin el “certificado de calidad” de la FTL… Porque la herencia fundamentalista de las misiones del norte de antaño vuelve a llegar ahora a España vía América Latina.
-Latinoamérica es ahora muy variada y rica y tiene una teología propia, pero sigue teniendo también la prestada, y España es campo de misión. Hemos de dar tiempo al tiempo; ambas partes tenemos mucho que aprender los unos de los otros y debemos ser muy humildes.
* Manuel López es periodista y profesor de Comunicación e Imagen español, miembro de la Primera Iglesia Bautista de Madrid.
Tomado de http://www.edinburgh2010.org/es/news/es/article/4645/victor-rey-la-misma.html
Tomado de http://www.edinburgh2010.org/es/news/es/article/4645/victor-rey-la-misma.html
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