LA CONFRATERNIDAD EVANGELICA ECUATORIANA EN EL DIA
INTERNACIONAL DE LA ELIMINACION DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Cada 25 de noviembre desde el año 1999 se conmemora el
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con el fin
de sensibilizar a los Estados y la sociedad civil en relación a la problemática
que esta representa de conformidad con la resolución de la Asamblea General de
las Naciones Unidas.
La violencia contra las mujeres es un fenómeno social
complejo, multicausal, que está marcado por relaciones de poder, situaciones
estructurales de machismo y el patriarcado; desigualdad de derechos y
oportunidades entre hombres y mujeres; y la manifestación de múltiples formas
de violencia en lo público, privado y en los círculos afectivos cercanos. Como cristianos evangélicos esta situación
nos preocupa y nos conmueve, sabiendo que mucha de esa violencia se ejerce
hacia niñas.
La violencia se puede manifestar de distintas formas, no
solamente la física que atenta contra la integridad corporal de las personas,
sino también la violencia sicológica o verbal, sexual, patrimonial, simbólica,
e incluso aquella intergeneracional que se transmite entre generaciones con la
reproducción de actitudes, normalizadas y marcadas por un círculo de
violencia.
En respuesta a esto, se torna necesario reflexionar y
orar sobre la importancia de la igualdad y la no violencia, entendida desde la
concepción de que las mujeres son iguales en el ejercicio de sus derechos y
obligaciones, lo que a su vez implica la deconstrucción social de las
preconcepciones, ideales y roles preestablecidos y esto a su vez permita romper
los círculos de la violencia; desnaturalizar la idea de que la violencia es
algo cotidiano y normal, y concebir una mayor participación activa y equitativa
en la toma de decisiones en los ámbitos público, privado, eclesial y familiar,
así como el respeto a la auto-determinación.
El ejemplo de nuestro Señor Jesucristo es un modelo de comportamiento y
respeto hacia las mujeres como nos muestran los evangelios.
Romper los círculos de la violencia significa mirar a
esta problemática de manera integral; es decir, requiere una intervención
interinstitucional y multidisciplinaria, que convoque a los diversos actores
estatales, de la sociedad civil, empresas, espacios educativos, iglesias
y familias a sensibilizarse sobre la violencia contra las mujeres y contribuir
a la construcción de nuevos espacios de convivencia social, tomando en
consideración a la igualdad y no discriminación como principio rector de las
relaciones sociales.
Con este antecedente, la Confraternidad Evangélica
Ecuatoriana, hace un llamado a todas las iglesias, instituciones y al gobierno
a ser defensoras y defensores del cambio, para la construcción de una sociedad
más justa y equitativa, promoviendo el ejercicio pleno de los derechos sin
discriminación alguna, y motivando, a través de la formación ciudadana, una
cultura de paz y una sociedad libre de violencia. Y nos comprometemos a orar,
reflexionar y crear los puentes para establecer espacios y comunidades de paz
donde se respeten a las mujeres de nuestras iglesias y del país y a denunciar
cualquier acto de violencia que vaya en contra de la creación de Dios.
Pastor Estuardo López
Presidente
Confraternidad Evangélica Ecuatoriana
Quito, 25 de noviembre del 2017.
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